Por fin llegaron las Jornadas. Éstas se dividieron entre Bujalance y Montoro y tuvieron lugar durante los días 3, 4 y 5 de Junio. El primer día fue el más "institucional", nos trasladamos por la tarde a Bujalance para llevar a cabo el recibimiento en el Ayuntamiento de este pueblo de los guerrilleros supervivientes y, en especial, de José Moreno, vecino del mismo. Allí, tras los pertinentes actos protocolarios, se celebró un pleno extraordinario donde se nombraron hijos predilectos a los integrantes de la 88ª Brigada vecinos de Bujalance.
Los actos institucionales dieron paso a las Jornadas en sí. Esa misma tarde, en el teatro de Bujalance, pudimos escuchar a los historiadores Francisco Moreno y Arcángel Bedmar. A lo largo de las respectivas charlas, distintas personas del pueblo intervinieron de forma espontánea para aclarar algún suceso o ponerle nombre a los protagonistas, constituyendo la parte más interesante de la tarde. Aparecieron nombres de personas relacionadas con los Jubiles que no se conocían, y se dieron versiones diferentes a las de los historiadores de ciertos sucesos, que están aun en la memoria de los bujalanceños. Sin embargo, el tiempo apremiaba, puesto que los guerrilleros tenían que trasladarse en autobús a Montoro esa misma noche por lo que no dio tiempo para el que podía haber sido un interesante debate.
Ya el sábado 4 nos despertamos en Montoro para, temprano, inaugurar la exposición sobre la Guerra Civil que se montó en la Casa de la Juventud. La exposición era una pequeña muestra de la que durante un tiempo ha permanecido expuesta en el Ecomuseo de Almedinilla, adaptada y complementada para la ocasión. A través de paneles informativos y documentos y útiles de la época se recreaban distintos momentos de este fatídico periodo de nuestra historia. La inauguración corrió a cargo de Ignacio Muñiz, director del Ecomuseo de Almedinilla, que participaba en la organización de las Jornadas.
Esa misma mañana tuvo lugar la segunda de las charlas previstas. Ésta se celebró en el salón de actos del Instituto Santos Isasa, y corrió a cargo del historiador José Luis Gutiérrez y de Antonio Luna, afiliado a CNT y estudioso de los movimientos campesinos en la provincia de Córdoba. Tanto José Luis como Antonio dieron a conocer el peso que la ideología libertaria tuvo en el movimiento obrero andaluz en general y, especialmente, en el campesinado andaluz. También desmontaron todos aquellos tópicos acerca del anarquismo relacionados con su supuesto sectarismo, primitivismo,…
Por la tarde tuvo lugar el acto estrella y más esperado, también fue el que más gente concentró en el salón de actos del instituto. Todos los guerrilleros y la única guerrillera superviviente, nos relataron uno a uno sus experiencias, sus análisis de la situación actual y nos transmitieron a todos esperanza y fuerzas para seguir adelante en la lucha, especialmente a los más jóvenes, que eran el centro de atención de los mayores. Especialmente seguida fue la intervención de José Moreno, ya que nadie quería perderse el relato en primera persona de los sucesos de Mojapiés, donde el grupo guerrillero de Los Jubiles fue vilmente asesinado. Tras el relato de los guerrilleros se abrió un largo coloquio donde se habló mucho sobre Los Jubiles, pero también se discutieron temas de actualidad y se produjo el encuentro generacional entre jóvenes y mayores. Allí aparecieron también distintas versiones sobre la muerte de los Jubiles y familiares y conocedores de los hechos, aportaron sus memorias e hicieron ver que todavía queda mucho que investigar en estas cuestiones.
Finalmente, el domingo se clausuraron las Jornadas con la inauguración del monolito en memoria de las personas asesinadas en la finca de Mojapiés pertenecientes al grupo guerrillero Los Jubiles, y de todos los hombres y mujeres que lucharon contra el fascismo español. Acto seguido, y para despedirnos con un buen sabor de boca, nos dirigimos a la Venta La Molina, donde confraternizamos alrededor de la mesa mientras degustábamos los deliciosos platos que nos tenían preparados.
La estela
En la llamada por el escultor "Estela de los Jubiles" se ha incorporado una placa con el nombre de los guerrilleros que fueron asesinados allí en Mojapiés, además de Juan Rodríguez Muñoz, uno de los hermanos Jubiles que murió en Baños de la Encina unos días antes y finalmente, con el nombre de José Moreno Salazar. En esa placa, se hace extensivo el homenaje a todos los hombres y mujeres que lucharon contra el fascismo español, que merecen, en la misma medida, el reconocimiento de todos aunque hayan quedado anónimos con el paso del tiempo.
La estela no tiene un significado definido, o al menos el que la pensó, no nos lo ha revelado. Aunque tuvimos nuestras dudas al principio sobre el hecho de que fuera "abstracta", con el tiempo hemos visto que buscarle significado pone a cavilar a la gente. Cada uno le aporta su interpretación, y en el fondo, eso es lo que queríamos, que nadie quedara indiferente al verla. En su inauguración participaron además de los guerrilleros presentes y de José Moreno, varios compañeros que combatieron en la 88ª Brigada (en los primeros días de la guerra los milicianos se agruparon en la que se denominó Columna Andalucía-Extremadura, que estaba formada mayoritariamente por anarquistas, que con la militarización pasó a llamarse 88ª Brigada) que eran de Bujalance y Fernán Núñez. Cada uno a su manera sintieron la emoción y el recuerdo de los compañeros caídos a lo largo de tantos años, y al mismo tiempo la alegría de encontrar en el acto mucha gente joven y con ganas. Al acto asistieron más de doscientas personas procedentes de varios pueblos de la campiña y fundamentalmente de Bujalance y Montoro.
La memoria
Los y las que en alguna medida hemos participado de la organización de las Jornadas, creemos que los objetivos se han cumplido en su mayoría. Encontramos una gran participación entre la gente del pueblo, -no en singular, sino del pueblo, de verdad- y esa era una de las principales cosas que movía nuestras intenciones. La gente quería saber. Y eso es lo que importa.
Desde hace unos años se ha vitalizado la recuperación de la memoria histórica. Pero más allá de ser una cosa de especialistas e investigadores, creemos que es ese pueblo, el verdadero encargado de no dejar que se pierda. La parte científica no debe quedar relegada, pero tampoco en primer puesto, así como tampoco se debe entregar esa responsabilidad a las administraciones y dejar que se convierta en algo institucional.
Querríamos que este homenaje a Los Jubiles fuera un primer paso. A partir de aquí se han abierto posibilidades de continuar trabajando: guerrilleros y milicianos de los pueblos de Córdoba aún viven y tienen mil cosas que contarnos. Por otro lado, sobre los mismos Jubiles quedan también multitud de extremos por estudiar y de testimonios por recoger.
Para el año próximo
En 2006 intentaremos seguir adelante con este trabajo. En principio, y para recordar la fecha del asesinato de los Jubiles, intentaremos realizar un acto, aun por determinar, para congregar a la mayor cantidad de personas el 6 de enero en Mojapiés. Por tanto, sería necesario recabar el trabajo y el esfuerzo de todos los interesados. De las energías que dediquemos dependerá que siga siendo posible no olvidar.