José Moreno Salazar, "El Quincallero"
José Moreno Salazar, es superviviente de la matanza donde el grupo es finalmente aniquilado. La relación de José Moreno con los Jubiles es temprana, ya que se hace enlace del grupo desde septiembre de 1939, encargándose de ponerles en contacto con sus familias, llevar a éstas alimentos y dinero que le era entregado por los guerrilleros y en definitiva sirviéndoles de colaborador hasta el verano de 1940, cuando es detenido por primera vez por la Guardia Civil y torturado ferozmente junto con su madre y su hermano, siendo los tres encarcelados en Bujalance durante casi un año. En 1941 quedan libres, pero con la prohibición de salir al campo y debiendo presentarse en el cuartel tres veces al día, debiendo además, anotar en un diario todo que hacían durante el día. En las presentaciones eran víctimas de humillaciones e insultos, además de se objeto de constantes inspecciones en su casa. El hermano de José Moreno, después de ser condenado por robar en un cortijo y nuevamente torturado en la cárcel, queda imposibilitado de los dos brazos a causa de las torturas que se le inflingen. Los dos compañeros que son acusados con él, son fusilados.
La historia de Antonio, hermano de José, es también dolorosa y triste. Tras una vida de penurias desde que sale de la cárcel, es asesinado, con toda probabilidad, por los fascistas en 1978. Después de un altercado con unos policías, empieza a recibir amenazas de muerte. Un tiempo después es atropellado por un coche que se da a la fuga. Resulta gravemente herido y es operado con pocas esperanzas, pero sale vivo, aunque ya en una silla de ruedas. Cuando se está recuperando, otro coche le aplasta contra un muro.
En verano de 1941 José Moreno tiene 17 años, y se hace nuevamente enlace de los Jubiles. A finales de 1942, varias redadas de enlaces le hacen temer nuevamente que va ser apresado, y sin dudarlo, huye a la sierra a ponerse en contacto con el grupo y unirse a ellos. Con ellos permanece hasta el 6 de enero de 1944, día en que el grupo es traicionado y aniquilado.
José Moreno es apresado y llevado a la cárcel de Córdoba. No pueden imaginarse las torturas a las que fue sometido; en los interrogatorios los fascistas pretendían que denunciara a personas que habían servido de alojamiento y enlace a los Jubiles. No consiguieron que delatara a nadie. A la cárcel seguían llegando presos día tras día. Los jueces militares piden la pena de muerte para él. Pero José se niega a aceptar el destino que los asesinos le tenían preparado y huye de la cárcel con un compañero. Exhibiendo un sorprendente arrojo, se mezcla entre los albañiles que trabajaban en la cárcel durante un día de visita de altos cargos franquistas.
Tras muchas vicisitudes consiguen llegar hasta Manzanares, donde tenían un contacto con una familia que podía ayudarles. Después de un tiempo, para no comprometer más a sus protectores, marchan hacia Madrid donde intentaron sobrevivir hasta que el peligro de ser identificados les hace huir hasta Valencia, donde el compañero de José, Francisco Jurado, no puede más y se entrega, siendo fusilado.
José Moreno se queda en Valencia e intenta unirse a la guerrilla allí, lo que no puede hacer ante la falta de contactos. José Moreno empieza a trabajar y a vivir con un nombre falso: Antonio Pérez Sánchez. Termina haciéndose agente de seguros en un pueblo de Cuenca, Osa de la Vega. Tras toda una vida ocultando su identidad, su pasado y sus ideas, en 1988 recupera de nuevo su nombre: José Moreno Salazar.
Durante todos esos años de convivencia con el franquismo para evitar ser descubierto, José guarda dentro su afán libertario. Y una prodigiosa memoria de su vida, que ahora tenemos la suerte de poder compartir.
A él, y en su nombre a todos los que lucharon contra el fascismo, dedicamos estas jornadas.